Este campo formativo está orientado
a potenciar en los niños y niñas la sensibilidad, la iniciativa, la curiosidad,
la espontaneidad, la imaginación, el gusto estético y la creatividad mediante
experiencias que propicien la expresión personal a través de distintos
lenguajes; así como el desarrollo de las capacidades necesarias para la
interpretación y apreciación de producciones artísticas.
La mayor parte de los niños
comienza a cantar creando canciones espontáneas o repitiendo fragmentos de
tonadas conocidas. Hacia los tres o cuatro años de edad las canciones
espontáneas suelen reemplazarse con canciones tradicionales de su cultura. Los
niños pueden captar si las frases son rápidas o lentas, si suben o bajan de
tono, si incluyen pausas largas o cortas entre tonos. Aunque no consigan
mantener exactamente una nota, pueden dominar e! texto, los cambios de tono de
la frase y el ritmo superficial de la canción; gustan, además, de utilizar
instrumentos para acompañar su canto.
El trabajo pedagógico con la
expresión y la apreciación artística en la educación preescolar se basa en la
creación de oportunidades para que los niños y las niñas hagan su propio
trabajo, miren y hablen sobre él y sobre la producción de otros.
Las actividades artísticas
contribuyen a su desarrollo integral porque mediante ellas: Expresan sus
sentimientos y emociones, aprenden a controlarlos y a reconocer que pueden
expresar y manejar sentimientos negativos y de gozo a través de una acción
positiva. Practican y avanzan en el control muscular y fortalecen la
coordinación visual y motriz; aprenden a utilizar instrumentos (tijeras,
brochas, pinceles, crayolas, títeres y otros objetos), habilidades que
favorecen el desarrollo de otras más complejas. Desarrollan las habilidades
perceptivas (forma, color, líneas, texturas) como resultado de lo que observan,
escuchan, palpan, y tratan de representar a través del arte (pintando,
dibujando, cantando, bailando, modelando, dramatizando).
Tienen oportunidad de elegir (qué
colores usar, cómo construir -un muñeco guiñol, un juguete-, cómo pegar piezas
de barro entre sí) y tomar decisiones. Se dan cuenta de que otros tienen
diferentes puntos de vista y formas de expresarse, aunque el motivo de la
creación artística sea común. Mientras aprenden que su forma de expresión no es
la única, aprenden a valorar la diversidad.
Desarrollan la idea de que a través
del arte se transmite la cultura, cuando tienen oportunidad de apreciar arte
del pasado, se pueden también formar idea de sus orígenes y de ellos mismos.
Experimentan sensaciones de éxito.
En virtud de que el arte es abierto a quien lo crea, todos los niños
experimentan la satisfacción de sus producciones. Por ello las actividades
artísticas son particularmente valiosas para los niños con necesidades
educativas especiales.
Esto
como lo marca la lectura (las artes y su enseñanza en la educación básica , 2011) que han creado
propuestas relevantes para la enseñanza de las artes; de igual manera se estimó
la intensidad con la que se han incorporado conocimientos y relaciones entre
disciplinas y acontecimientos en el ámbito de la enseñanza de las artes. Hoy,
en la tarea de promover el reconocimiento del papel que la enseñanza de las
artes puede cumplir a favor de la formación de ciudadanos pensantes y
participativos, con habilidades y conocimientos para expresarse mediante el
arte, además de apreciarlo y contextualizarlo, es fundamental tomar en cuenta
desde la revolución cognoscitiva hasta la visión del arte como sistema
simbólico y el reconocimiento de cada producción que el niño realiza es
importante para su desarrollo al igual que para el cuidado estético.
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