miércoles, 6 de julio de 2016

producciones artísticas

Este campo formativo está orientado a potenciar en los niños y niñas la sensibilidad, la iniciativa, la curiosidad, la espontaneidad, la imaginación, el gusto estético y la creatividad mediante experiencias que propicien la expresión personal a través de distintos lenguajes; así como el desarrollo de las capacidades necesarias para la interpretación y apreciación de producciones artísticas.
La mayor parte de los niños comienza a cantar creando canciones espontáneas o repitiendo fragmentos de tonadas conocidas. Hacia los tres o cuatro años de edad las canciones espontáneas suelen reemplazarse con canciones tradicionales de su cultura. Los niños pueden captar si las frases son rápidas o lentas, si suben o bajan de tono, si incluyen pausas largas o cortas entre tonos. Aunque no consigan mantener exactamente una nota, pueden dominar e! texto, los cambios de tono de la frase y el ritmo superficial de la canción; gustan, además, de utilizar instrumentos para acompañar su canto.
El trabajo pedagógico con la expresión y la apreciación artística en la educación preescolar se basa en la creación de oportunidades para que los niños y las niñas hagan su propio trabajo, miren y hablen sobre él y sobre la producción de otros.
Las actividades artísticas contribuyen a su desarrollo integral porque mediante ellas: Expresan sus sentimientos y emociones, aprenden a controlarlos y a reconocer que pueden expresar y manejar sentimientos negativos y de gozo a través de una acción positiva. Practican y avanzan en el control muscular y fortalecen la coordinación visual y motriz; aprenden a utilizar instrumentos (tijeras, brochas, pinceles, crayolas, títeres y otros objetos), habilidades que favorecen el desarrollo de otras más complejas. Desarrollan las habilidades perceptivas (forma, color, líneas, texturas) como resultado de lo que observan, escuchan, palpan, y tratan de representar a través del arte (pintando, dibujando, cantando, bailando, modelando, dramatizando).
Tienen oportunidad de elegir (qué colores usar, cómo construir -un muñeco guiñol, un juguete-, cómo pegar piezas de barro entre sí) y tomar decisiones. Se dan cuenta de que otros tienen diferentes puntos de vista y formas de expresarse, aunque el motivo de la creación artística sea común. Mientras aprenden que su forma de expresión no es la única, aprenden a valorar la diversidad.
Desarrollan la idea de que a través del arte se transmite la cultura, cuando tienen oportunidad de apreciar arte del pasado, se pueden también formar idea de sus orígenes y de ellos mismos.
Experimentan sensaciones de éxito. En virtud de que el arte es abierto a quien lo crea, todos los niños experimentan la satisfacción de sus producciones. Por ello las actividades artísticas son particularmente valiosas para los niños con necesidades educativas especiales.
Esto como lo marca la lectura (las artes y su enseñanza en la educación básica , 2011) que han creado propuestas relevantes para la enseñanza de las artes; de igual manera se estimó la intensidad con la que se han incorporado conocimientos y relaciones entre disciplinas y acontecimientos en el ámbito de la enseñanza de las artes. Hoy, en la tarea de promover el reconocimiento del papel que la enseñanza de las artes puede cumplir a favor de la formación de ciudadanos pensantes y participativos, con habilidades y conocimientos para expresarse mediante el arte, además de apreciarlo y contextualizarlo, es fundamental tomar en cuenta desde la revolución cognoscitiva hasta la visión del arte como sistema simbólico y el reconocimiento de cada producción que el niño realiza es importante para su desarrollo al igual que para el cuidado estético.


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